¿Cómo llegó la última milla?
Si bien las entregas de última milla ya eran un fenómeno creciente en los últimos años, la pandemia del Covid-19 aceleró fuertemente ese proceso. El temor de salir de las casas y permanecer por largos períodos en los locales decidiendo qué comprar, impulsó a las compras online en todo el mundo. A raíz del importante volumen de demanda del eCommerce, muchas tiendas empezaron a ofrecer envíos puerta a puerta con el fin de destacarse. Así se determinó el presente y el futuro de la última milla. Rápidamente, el espectacular beneficio que era en un comienzo obtener envíos gratuitos en casa pasó a ser una razón determinante para elegir un producto.
Así, el sector de logística que siempre había estado orientado a las empresas, viró repentinamente a recibir demanda del sector de clientes individuales. Como es de esperar, la última milla pasó también a tener una gran importancia del otro lado del mostrador, para los emprendedores. Hoy, no ofrecer ningún tipo de envío implica no competir en una gran sección del mercado. Al mismo tiempo, por ser un segmento caro y complejo, debe prestársele gran atención para no minimizar absolutamente la ganancia. Es por eso que hoy hay tanta energía puesta en optimizar y mejorar los procesos de entregas.
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La importancia del servicio de entregas
Cada vez más gigantes del eCommerce y start-ups reconocen los servicios de entrega de última milla como un elemento diferencial clave a la hora de competir. Son muchísimos los clientes que definen dónde comprar en función del precio o la velocidad con qué recibirán su producto. De esta manera, el éxito en el mercado está cada vez más condicionado por la capacidad de realizar entregas de bajo costo, veloces y satisfactorias.
Con esto en mente, todo el sector de comercio está pensando en cómo proveer a sus clientes la mejor experiencia posible.
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¿Qué priorizan nuestros clientes?
La principal división del lado de los consumidores está entre aquellos que priorizan una entrega rápida y los que son sensibles al precio en mayor medida. De acuerdo con estudios recientes, casi un 25% de los consumidores estaría dispuesto a pagar extras significativos a cambio del privilegio de recibir su paquete en el día. Posiblemente esta tendencia se acentúe próximamente, ya que son los más jóvenes los que prefieren mayoritariamente los envíos inmediatos por sobre los comunes.
Sin embargo, el 70% restante pone por encima la opción más barata a la hora de elegir su servicio de entregas. Esta tendencia se diversifica un poco dependiendo de los productos que se compren – por ejemplo, entre electrodomésticos o comida–, pero en líneas generales se mantienen iguales en varios países.
Con estos datos podemos ver la importancia que tendrá la reducción de costos y demoras en logística. Ambas cosas pueden optimizarse con una correcta planificación de rutas, como la que provee la plataforma de OptimoCamino. Esas serán las variables centrales del futuro de las entregas de última milla.
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